martes, 15 de diciembre de 2009

RESUMEN DE UN AÑO DE IDIOTAS (5): MÉRIDA REINVENTADA




Fue en medio de unas cervezas en la siempre amigable La Corchuela donde me pilló la noticia. Una agencia de publicidad se ponía en contacto conmigo para que una de las fotos que hice durante la representación de Los Persas en el Festival de Teatro Clásico de Mérida – con la idea de ilustrar la entrevista que hice a Natalia Dicenta para EL COLOQUIO DE LOS PERROS, formara parte de la nueva campaña de medios de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, con el nombre de "Ciudades Reinventadas". El resultado fue el que veis arriba. La nocturna del Teatro Romano es mi pequeña y remunerada retribución.

Llamadme idiota, pero cada vez que la veo, se me cae la baba.

RESUMEN DE UN AÑO DE IDIOTAS (4): REVISTA PING PONG

Hace unos meses, en su número 10, desde Santo Domingo la Revista Ping Pong hizo una antología de poesía española contemporánea y sus creadores tuvieron la santa e impagable bondad de incluirme en ella, entre nombres que pueden provocar tanto vértigo – a mí, al menos, me lo provocan - como el de Carloz Marzal, Luis Muñoz Vicente Gallego y otros muchos interesantes. Merece la pena darse una vuelta por la nómina completa.

La bandeja del ego, la dejo aquí.

RESUMEN DE UN AÑO DE IDIOTAS (3): JOSÉ MARÍA CUMBREÑO Y RUY VENTURA

En el último número de la revista EL COLOQUIO DE LOS PERROS (el 25 ya, quién nos lo iba a decir) tuve la oportunidad de entrevistar a José María Cumbreño, quien recientemente ha visto publicada una antología poética en portugués, de la mano de Ruy Ventura. Quizá por ello, el traductor quiso poner en su Estrada do Alicerce el contenido de tan agradable momento.

RESUMEN DE UN AÑO DE IDIOTAS (2): TRES POEMAS EN CAUDAL



Así fue el silencio de rotundo.

Me llevó a callarme esto, de lo que me siento tan orgulloso. Lo lamento por Carlos Enrique Cabrera, que tan amablemente aceptó en su día la propuesta de publicarme.




RESUMEN DE UN AÑO DE IDIOTAS (1): EL POR QUÉ DEL SILENCIO

Cuando comencé a darme cuenta del daño que la editorial decidió hacerle a mi libro, tomando por idiotas a unos cuentos (reconozco en todo momento mi torpeza en este caso, no sabía cuán literales eran en Bubok, cómo se tomaban todo al pie de la letra) era demasiado tarde. La herida ya estaba abierta y si no ha profundizado más ha sido gracias al cariño que Sonia le tiene al autor de esos versos, alguien cada vez más diferente a mí.

Decidí callarme, como vieron los que entraban al blog.

Las palabras amables y directas de Sonia, Juan de Dios y Manolo me hicieron recapacitar, comenzar una nueva lucha, comer de mi propio loto y hacer de tripas corazón.

Hay algo de luz al fondo de ese túnel que es la autoedición a distancia.